Inteligencia emocional y liderazgo

Una de las características principales que define a un buen líder es su habilidad para reconocer y manejar los sentimientos propios y ajenos. El problema radica en que esa cualidad denominada inteligencia emocional no se desarrolla con formación académica, sino con el entrenamiento de algunas destrezas especiales.

Estas destrezas le van a permitir al líder escuchar de forma activa, atento a las emociones y motivaciones de los miembros de su equipo; también podrá darse a entender fácilmente, porque la comunicación que tiene en cuenta las emociones es efectiva y fluye disolviendo los obstáculos; y por supuesto, el proceso de toma de decisiones se ve enriquecido porque dispone de información muy valiosa que va más allá de la concreta y objetiva.

Existe, además, una correlación directa entre la Inteligencia Emocional y Alto Rendimiento en el trabajo. Un estudio realizado por Talent Smart reflejó que el 90% de los trabajadores de mayor rendimiento de una empresa, obtenían puntuaciones muy altas en Inteligencia Emocional. Esto no es casual.

Conozcamos qué es la inteligencia emocional y cómo se relaciona con un liderazgo eficiente.

Inteligencia emocional

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y manejar tus emociones y las de otras personas. Es decir, te va a permitir conocerte, saber lo que sientes, cuáles son tus emociones, y sobre todo,a tomar conciencia de cómo tus acciones pueden afectar a las personas que te rodean.

Y te preguntarás ¿Qué relación tiene la inteligencia emocional con el liderazgo?

Pues muy sencillo, una persona con alta inteligencia emocional trabaja mejor en equipo, creando un agradable clima laboral que incide en la consecución de metas.

Asimismo, las personas con inteligencia emocional se adaptan a los cambios con facilidad, manejan, motivan y gestionan a su grupo con eficacia, sabiendo que a través del trabajo en equipo se obtienen los mejores resultados.

Un ejemplo práctico de una persona que posee inteligencia emocional es el jefe de equipo que, después de un difícil día de trabajo, motiva y calma a su equipo en vez de darle un trato despectivo.Es el caso de un líder emocionalmente inteligente, en el que su pasión y energía influyen positivamente en todo el equipo, convirtiéndose en fuente generadora de valor dentro de las empresas.

Liderazgo e Inteligencia emocional

El liderazgo es un proceso de influencia que maximiza los esfuerzos de los demás hacia el logro de una meta u objetivos. Tener buenos líderes gestionando los equipos y recursos de una empresa tiene un valor incalculable, y una de las destrezas fundamentales para ser un buen líder pasa por desarrollar la Inteligencia Emocional. Es más, las competencias importantes que caracterizan a los buenos líderes son más de carácter emocional que académico o experimental.

Existen diversos aspectos propuestos por Daniel Goleman que determinan la inteligencia emocional en el liderazgo, entre los que destacan:

Conciencia de sí mismo

Es la habilidad que te permite conocer y estar consciente de tus emociones, así como manejar tu comportamiento hacia las demás personas. Si cultivas este aspecto podrás conocer mejor tus fortalezas y debilidades, lo que te permitirá evaluar tu comportamiento y mejorarlo.

Autorregulación

La autorregulación es la habilidad que te ayuda a conservar el control. El control emocional y personal te va a permitir gestionar a las personas sin que se comprometan sus valores, así como las situaciones que se presenten. Un ejemplo práctico de este aspecto son los líderes capaces de reconocer sus errores sin echarles la culpa a los demás de los resultados.

Si un líder maneja y administra la conciencia de sí mismo y la autorregulación de la mejor manera, mayor será su inteligencia emocional y sus activos. Dos factores que requieren de trabajo personal a través de la introspección, que nos permite conocernos y entender nuestras emociones y comportamientos, ya que sólo así podremos entender a los demás.

 Motivación

Los líderes con inteligencia emocional se automotivan y motivan para que el equipo trabaje hacia el logro de sus objetivos, aunque sucedan inconvenientes y dificultades en el camino hacia esa meta.

Y es que la motivación es una de las competencias clave de los líderes y gestores de equipos. A veces, con acciones sencillas y creativas, obtenemos resultados sorprendentes. Por ejemplo, en la empresa Amazonia Team Factory realizan desde hace años “las meriendas de equipo” (dentro del horario laboral), en las que, además de merendar, juegan y desarrollan dinámicas para motivar, cohesionar e incentivar al equipo de trabajo.

Empatía

La empatía es ponerse en el lugar del otro, sin juzgar, sólo comprendiendo los sentimientos y comportamientos del otro. Nos brinda la oportunidad de experimentar las emociones ajenas como si fuesen propias, y éste es un aspecto clave para el éxito en la gestión de un equipo de trabajo.

Es clave porque la empatía nos ayuda a conectar con las personas, a entender su universo de acción, lo que les mueve y motiva, y de esta manera, buscar puntos de encuentro y alineación.

Las personas empáticas, además, reducen el tiempo de resolución de los conflictos y generan menos reacciones adversas porque buscan posturas conciliadoras, donde se tiene en cuenta a todos los miembros del equipo.

Habilidades Sociales

Las personas dotadas de habilidades sociales son aquéllas que poseen destrezas notorias para relacionarse con los demás. Desarrollan la tolerancia y el respeto, manejando de manera eficaz las comunicaciones.

Saben escuchar a su equipo de forma activa, lo que significa escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que está intentando expresar.

Es indudable que el liderazgo es una clara consecuencia de tener una alta capacidad para relacionarse, ya que el líder hará aflorar lo mejor de cada persona, construiráuna visión común y reforzará el espíritu de equipo.

Si un líder quiere tener una buena gestión en el equipo y lograr mayor eficacia en la resolución de los problemas debe, en primer lugar, conocerse y controlarse, sólo así podrá entender que cada acción tiene una repercusión en las personas de su entorno.

Tras conocer sus emociones y gestionar sus reacciones, estará preparado para ponerse al frente de un grupo de personas, guiándolos de forma eficaz y eficiente

Psicología

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