Recogidos para pelo corto

En el imaginario colectivo, a las mujeres se nos visualiza y nos visualizamos, tradicionalmente, con largas melenas brillantes. Los cuentos infantiles, las películas, el arte y la moda han contribuido, sin duda, a que el cabello se convierta en uno de los rasgos más representativos de la feminidad. De hecho, ¿cuál de nosotras no deseaba, cuando era niña, que su pelo fuera más y más largo? ¿Y quién de nosotras, ya de adulta y sentada en la butaca giratoria de un salón de belleza, no ha dicho eso de “córtame solo las puntas”, mientras buscaba ansiosamente la mirada del peluquero o de la peluquera en el espejo? Y todo porque una piensa, pensamos, “qué sería de mí sin mi melena”. Puede que temamos que, como le ocurrió a Sansón, se nos vaya la fuerza (y la belleza) si perdemos nuestra cabellera.

Podríamos elucubrar y elucubrar entorno a los motivos; y habría cientos, miles, tantos como mujeres reticentes a cortarse el pelo, por lo que mejor centrémonos en esas mujeres, que cada vez son más por cierto, que se pasan al pelo corto de un día para otro, bien sea por comodidad, porque desean o necesitan un cambio o, simplemente, por sumarse a una tendencia que empieza a propagarse entre las celebrities. Mujeres como Anne Hathaway, Elsa Pataky, Hally Berry y Scarlett Johansson (considerada por Telva como la precursora de las mujeres que darán el sí quiero con el pelo corto a partir de ahora, así que toma nota, si hay boda a la vista) ya lucen el cuello despejado. Por no hablar de casos anteriores y mucho más extremos como los de Natalie Portman o Demi Moore, que no dudaron en raparse el cabello para ganar en fuerza y expresividad interpretativa. ¿Te acuerdas? Seguro que sí. Pero ahora hablemos de ti: ¿te ronda por la cabeza la idea de cortarte el pelo, amiga? ¿Desde cuándo? Y lo más importante: ¿qué es lo que te impide dar el gran paso?

Muchas mujeres piensan que el pelo corto es menos versátil que las largas melenas y que ofrece, por consiguiente, menos posibilidades que éstas. En ese punto hay que admitir que a dichas mujeres no les falta razón, sin embargo, como en la mayoría de aspectos de la vida, todo depende de la imaginación y creatividad que se destine a un fin determinado. En este caso, peinar un cabello corto no tiene por qué ser aburrido. De hecho, cabe destacar que, de entrada, puede que incluso sea más sencillo trabajar con un cabello corto que con uno largo. Exige menos cuidado. Si además de eso te apoyas en accesorios (lazos, diademas, horquillas, pañuelos…) con algún detalle de pedrería o en dorados y plateados, el toque de distinción, ya sea con tu look casual o para una ocasión más especial, lo tienes garantizado.

Por todo esto, ¡corta ya! Porque lo recomiendan en Vogue (y la palabra de Vogue va a misa) y porque las opciones que ofrece el cabello corto, si hablamos de recogidos, son variadas y para todos los gustos. ¿Quieres descubrirlos?

Para cortes XS

Empezamos por este corte porque es el más extremo y el que menos opciones ofrece, siendo sinceras. Por eso mismo se recomienda o bien a mujeres con muy buena mata de pelo o bien a aquellas que tienen una personalidad pasmosa, como la actriz Lupita Nyong’o, que en la pasada edición de los Oscar eclipsó la alfombra roja. En casos así lo único que se puede hacer es aportarle un toque original al look con algún complemento que contraste, o bien buscar un efecto ultrapulido mediante ceras y fijadores. En ese sentido, el wet look siempre te estará permitido.

Para cortes bob

Una podría pensar, a propósito de un recogido en un corte bob, “de dónde no hay, no se puede sacar”. Sin embargo, no hay más que fijarse en Kate Mara para ver que sí es posible. Y que, además, resulta de lo más favorecedor. La clave está en hacer un recogido enrollado con mechones sueltos y fijarlos con horquillas, intentando en la medida de lo posible que no se vean. Si quieres darle un toque romántico a tu look, no dejes de recurrir a las flores, tan de moda durante este año.

Por lo demás, si tu bob tiene capas largas en la parte frontal, péinalo hacia adelante y hazte una trenza en cascada alrededor de la frente. El resultado es sofisticado, original y digno de un selfie.

Para cortes a la altura de la mandíbula

Si luces una melena muy cortita, a la altura de la mandíbula, como esa con la que nos sorprendió Elsa Pataky hace unos meses, además de estar de enhorabuena porque es un look rompedor, manejable y fácil de tratar, el punto fuerte es que puedes pasar de un look casual a uno más cool en un abrir y cerrar de ojos. Basta con dar un golpe de secador, de manera que las puntas se disparen hacia fuera, y fijar el mechón frontal con un poco de laca para conferirle un “efecto movimiento” que sienta sensacional.

La otra opción para este tipo de cortes cortos, valga el juego de palabras, que no te permiten hacerte una coleta o que sí que dan para hacerse una, ¡pero minúscula!, en la que tiene más protagonismo la goma o el pasador que la coleta misma, pasa por optar por un semirrecogido lateral. Dicho semirecogido lateral consiste simplemente en apartar los mechones de cabello que tienden a taparnos la cara y sujetarlos con una horquilla o un pasador bonito. Lo vimos recientemente en el backstage de un desfile de Donna Karan y también lo lucía así la grandiosa Cate Blanchett, que por cierto ha rejuvenecido notablemente desde que se cortó el pelo, ¿no te parece?

Para melenas midi

Tal y como sugieren en Vanitas Espai, las melenas midi causan furor cuando se peinan con ondas. Para eso sólo hay que moldearlas después del lavado, ya sea manualmente o con la plancha, para que tu look sea sensual, a la par que natural. Una vez logrado ese look cincuentero, se hace un pequeño recogido asimétrico en la nunca que parte de la clásica ondulación lateral.

En cualquier caso, lo importante es que, independientemente del corte que luzcas y del recogido por el que te decantes, recuerdes que los productos de acabado (geles, lacas, jidadores) son tus aliados para peinar tu cabello y lucirlo a la perfección. Asimismo, recuerda que el cabello corto es ideal para aquellas mujeres que tienen el rostro cuadrado u ovalado. Así que, si se da el caso, ya tienes un motivo más para planteártelo.

Como has visto, si te animas a decir “cambio y corto” encontrarás muchas opciones. Además, nadie dice que tengas que hacer algo radical. Si no eres de las que se arman de valor tan fácilmente, lo tuyo son los cambios progresivos, es decir, experimentar sin prisas, pasar de largo a corto como quien recorre diferentes etapas y, en el camino, ir descubriendo más cosas sobre ti misma, sobre lo que te gusta y lo que no, sobre lo que te favorece, sobre lo que te hace sentir seguridad en ti misma… En el fondo, la manera en la que canalizamos las tendencias es eso: una forma de ir en busca del autoconocimiento y de alcanzar la conjunción existente entra la mujer que somos con la mujer que deseamos ser.

Salud y Belleza

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